Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
!Todo sucederá!
Podrá la muerte cubrirme
con su fúnebre crespón;
Pero jamás em mí podrá apagarse
La llama de tu amor.
Amor Eterno
Gustavo Bécquer (1836-1870)